Compañía
LA SOLEDAD
Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi crearon en Bogotá, en 2011, la Compañía La Soledad, enfocada en propuestas escénicas itinerantes, performances y site specific. Convirtieron la novela El paseo, del suizo Robert Walser, en una obra “de teatro a pie”: desde 2012 la representaron más de 150 veces en las calles de Buenos Aires, Montevideo, Bogotá, Medellín, Pereira, San Pablo, La Habana, Ciudad de México, Xalapa, Madrid, Barcelona, Terrassa, Mallorca, Lisboa y Berlín, en festivales como Fringe (Madrid), Filba (Buenos Aires) o Kosmópolis (Barcelona).
En una línea de trabajo que une textos literarios con teatro y arte contemporáneo, además realizaron las obras Cuento mi vida (Bogotá y Buenos Aires, 2014), Sin cartas no hay amor (Ciclo Anfitriona, Barcelona, 2017), El inventor del paraíso (Casa Planas, Mallorca, 2018), Juego de cartas (Centro Cultural España en México, 2018), Nobel a Borges (Filba, Buenos Aires, 2018), Bolaño, vuelve a casa (Lata Peinada, Barcelona, 2020) y Yo sé perder (Antic Teatre, Barcelona, 2021).
¿QUÉ ES EL AGUA?
PERFORMANCE
pequeño FORMATO
#Multidisciplinar
#SiteSpecific #EspacioPúblico
Hibridando instalación, teatro documental, poesía y danza, creamos en cada lugar una obra de teatro “marítima” que funciona como homenaje a ese misterio fascinante que es el mar y lo tiene, a la vez, como escenario.
Como solemos hacerlo en otros proyectos, el punto de arranque es un texto literario; en este caso, se trata del poema “La isla en peso”, que el escritor cubano Virgilio Piñera publicó en 1943 y empieza así:
La maldita circunstancia del agua
por todas partes
me obliga a sentarme en la mesa del café.
Si no pensara que el agua
me rodea como un cáncer
hubiera podido dormir
a pierna suelta.
También nos inspiramos en el comienzo de la conferencia Esto es el agua, de David Foster Wallace:
Están dos peces nadando uno junto al otro cuando se topan con un pez más viejo nadando en sentido contrario, que los saluda y dice “buen día, muchachos, ¿cómo está el agua?”. Los dos peces siguen nadando hasta que después de un tiempo uno voltea hacia el otro y pregunta: “¿qué demonios es el agua?”;
y en el Happening báltico, que Tadeusz Kantor llevó a cabo en 1968. Entonces, el polaco se vistió con una levita, se subió a una escalera y, de frente al mar y de espaldas al público, creó una suerte de concierto marítimo en el que dirigía a las olas blandiendo una batuta.
En cada lugar de residencia, investigación, creación y desarrollo del proyecto el resultado escénico será una pieza completamente distinta, adaptada al lugar, a su realidad y a su relación con el agua.
Este proyecto es una coproducción de Dos Orillas Cultura, FIT de Cádiz, Escenas do Cambio, ORTEUV en Veracruz y Sofía Caetano en Azores. Cuenta con el apoyo de IBERESCENA, Nau Ivanow, C.IN.E. y TenerifeLAV.


• Dirección y dramaturgia:
Compañía La Soledad (Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi)
• Producción, administración y distribución:
Dos Orillas Cultura, Ángels Queralt
• Escenografía y vestuario: Sofía Caetano
• Imagen: Muriel Escalera
• Diseño de luces: Conrado Parodi
• Elenco: Marc Caellas, Esteban Feune de Colombi, Sofía Caetano y Muriel Escalera junto a personas de la comunidad local de Fisterra.
El proyecto es una coprodución de Dos Orillas Cultura (España), Festival Iberoamericano, FIT de Cádiz (España), Escenas do cambio (Cidade da Cultura, Santiago de Compostela, España), ORTEUV de Veracruz (México), Spectacular Shows de Azores (Portugal) y cuenta con el apoyo de IBERESCENA.
EL PASEO DE ROBERT WALSER
TEATRO A PIE
paseo performático para grupos reducidos
#SiteSpecific
#TeatroMultidisciplinar #performance
El paseo de Robert Walser –así escrito, todo junto, dirigida por Marc Caellas y protagonizada por Esteban Feune de Colombi– es una propuesta escénica cambiante que se lleva a cabo en las calles de barrios de diferentes ciudades.
Suerte de obra de teatro site-especific, el trayecto empieza en una esquina, adonde un grupo de no más de 15 espectadores se encuentran con el actor que interpreta al paseante de Robert Walser y lo siguen durante una hora, en aparente anarquía, por el barrio en cuestión. Durante el camino se producen encuentros, azarosos o no, teatrales o no, improvisados o no, con un comerciante, una actriz retirada, un librero, una cantante y/o con una empleada pública; también hay una parada con refrigerio en el domicilio particular de una amiga y mecenas, poco antes que el atardecer nos conduzca al final de la obra.
